domingo, 13 de marzo de 2011

TGSN 2011 - La Crónica

Son ya las 00:00 y da comienzo la TransGrancanaria 2011.


Salimos rápidos desde la playa, nos quedan unos 5 km por la arena hasta llegar al Canal de Maspalomas. Los hacemos a ritmo rápido. A Max y Zapata ya no los volveré a ver hasta el final de la carrera. Voy detrás de Salva intentando mantener el ritmo (yo quería salir más tranquilo, pero…). Al cabo de un rato encuentro a Olga, que también sufre un poco estos ritmos iniciales hasta que el cuerpo se calienta. Luego no hay quién la siga el ritmo. De esta manera, bordeando las olas y buscando el terreno más duro, hacemos este primer tramo a buen ritmo.


Llegamos al Canal. Allí está esperando Juan muy tranquilo y decido que ya tengo bastante de ir tan rápido y me dejo caer, lentamente. Un rato después, viendo que aún los tengo delante, aprieto de nuevo el ritmo para reunirme con ellos. "¡¡Vuelvo a estar aquí!!"

(risas). Les acompaño cuando entramos en el cauce del canal (este año por suerte sin agua), hasta que al empezar el Barranco de Fataga en el kilómetro 8,5 digo que ya tengo bastante y decido coger mi ritmo, que esto será aún muy largo.


Iniciamos una buena subida y por una pista amplia por la que iremos subiendo y bajando hasta el km 31. Un gemelo me da un buen pinchazo y empiezo a pensar que me pasé con el ritmo en la playa. Reduzco el ritmo y espero que se me pase. En las bajadas me dejo ir y parece que el gemelo aguanta. No creo que esta vez me agüe la fiesta.


En 3h 46' llego a la presa de Ayagaüres, donde hay un camión cisterna con agua. Me hidrato y aprovecho para sacar la arena de las zapatillas. Aquí comenzaremos a ganar altura hasta el Pinar de Pilancones en el km 38 aprox. Al poco rato de salir de la presa empieza a llover; justo en la zona más dura, según me habían comentado, de toda la carrera. Todo este tramo se hace muy pesado y entre la lluvia, el frío y la dura subida llena de piedras el tiempo se dilata.



Comenzamos a descender por la degollada de La Manzanilla buscando el pueblo de Tunde (km 42) donde se encuentra el primer avituallamiento sólido. Volvemos a animarnos, me uno a algún corredor y así hacemos más ameno el camino en el que la lluvia no ha dejado de acompañarnos.


Descansando en Tunde.

A las 6h 11' llego al Tunde. Me refugio en el ayuntamiento. El frío y la humedad se meten en el cuerpo, la ropa está empapada. Me encuentro a un compañero que conocí en la TransAlpine y comenta que con ese frío se va a quedar allí. Se que finalmente, un par de horas más tarde, continuó y acabó. El hacía la prueba larga de 123km. Aquí mucha gente decidió abandonar la prueba. Además comentaban que más arriba haría mucho más frío. Como un poco: tomo un caldito caliente, un poco de queso y avituallo agua… Una foto y… bajo la lluvia, tiritando descontroladamente y pensando si debía quedarme o no, retomo la marcha.


El camino vuelve a subir y ya empiezo a estar bastante sólo. Desde aquí hasta Garañón sólo me encontré con otro corredor. Me dirijo hacia Cruz Grande km 46, donde se separan los recorridos de las dos pruebas. Este camino es realmente muy bonito y además coincide con la salida del sol, deja de llover y parece que todo mejora un poco.



En Cruz Grande.
De camino a los Pasos de la Plata.

Inicio el camino de los Pasos de La Plata, para mi la parte más bonita del recorrido, que me llevará hasta el Pico de las Nieves (1.940 m) en el km 53,5 m, donde llego en unas 9 h. Aquí me despisto y me desvío de la ruta. Suerte que me doy cuenta. Una vez retomado el camino, un empinado descenso me lleva hasta Garañon en el km 55.


Aquí se están preparando los corredores que harán la Maratón y puedo cambiarme la ropa mojada y las bambas (que gusto). Me como un plato de macarrones que me sabe a gloria y picoteo algo más. Aquí está Xavi y hablo un poco con él. Nos deseamos suerte. Mientras, llega el primer corredor de la Trans 123. ¡ Jolín que fuerte va el tío ! Decido salir antes que a las 10 lo haga la maratón para evitarme aglomeraciones. Ya me cogerán.


Las piernas ya pesan, pero me encuentro bien. A los pocos minutos empiezan a adelantarme los primeros. Tom Owens ya va primero y así acabaría en 2:54 la maratón. Ya lo conocí en la TransAlpine, una máquina. Me van pasando corredores, poco a poco lo hacen menos, hasta que ya sigo su ritmo. Ahora el recorrido transcurre entre subidas y bajadas, un poco rompe piernas, por una zona bastante bonita, "aún". Es curioso, pero, en las bajadas se me escapan un poco los corredores de la maratón, llevan las piernas frescas, sin embargo cuando hay una subido los voy adelantando de nuevo.


Pasaremos por la Cruz de Tejeda en el km 61 y Madrelagua en el 67, con unas buenas bajadas. Desde aquí, siempre en descenso, llegaremos en el km 72 a Teror, donde en la Plaza del Pino se encuentra el último avituallamiento sólido. Hay mucha gente animando y sentimos su calor. Esto empieza ha estar hecho.


Plaza del Pino en Teror.

Después de un descanso, ya llevo 12h 22', salgo de Teror. Empiezan los último 24 km. Empezamos a subir de nuevo hacia la Finca de Osorio en el km 75 (830 m). Desde aquí descenderemos pasando el pueblo de Los Castillos en el km 78, donde paso con 13h 25', Montaña Riquiáñez, el pueblo Santidad Alta en el km 83, en 14h 14'. Toda esta parte del recorrido no es muy bonita y se pisa bastante asfalto, cosa que no me gusta mucho, aunque lo peor está por llegar.


Barranco de Tenoya.

Nos metemos en el barranco de Tenoya durante unos 5 km. Es un cauce lleno de piedras, donde no tienes donde apoyar los pies. Mis pies lo sufren dolorosamente y me niego a correr, es un tramo verdaderamente horrible y además se pone a llover de nuevo. Ya sólo quiero salir de allí. Por este camino llegamos al Tenoya en el km 88, donde se encuentra el último control y avituallamiento antes de llegar a meta. Ya van más de 15h. Me hidrato otra vez bien y afronto los últimos kilómetros con ganas de acabar.


Aquí vienen unas buenas subidas que nos dejan a todos más que clavados. La espalda las siente y los maltrechos músculos se estiran dolorosamente. Finalmente llegamos a Los Giles en el km 91, desde donde ya vemos Las Palmas y comenzaremos a descender hacia nuestra ansiada meta.


Los últimos descensos por una pista de asfalto vuelven a cargar las piernas. Pero cuando veo el último km, acelero el ritmo, dejando atrás a los corredores de la maratón con quienes iba. Cuando llego al área final y la megafonía anuncia mi llegada, el cansancio de mis piernas desaparece y me vacío por completo (el último km me sale a 4m). Llego exultante de alegría y atravieso la meta… 16h 36' 54''…. Lo conseguí !!!

Entonces me relajo en el área de llegada, a disfrutar de un merecido descanso. Estiro un poco, me tomo una cerveza y espero a la llegada de mis compañeros que hacían la larga. Comienza a llover, ahora ya de forma torrencial. Pienso en ellos, pasan las horas y el frío se me va metiendo dentro. A las 19:30 llamó a Juan a ver por donde están y …


Yo: "¿Por donde estáis?"

Juan: "Pues estoy con un ojo viendo el Barça y con el otro en la rua del carnaval"

Yo: ¿?¿?

Juan: "Si, me dio un yuyu en el 71 y me tuvieron que llevar al hospital. Me han tenido que poner oxígeno. Salva ya lo sabe. Olga se quedó conmigo. Ya te lo explicaré"

Yo: "Si, si, pero Salva aún no ha llegado. Bueno me voy para el Hotel"

(Vaya 3 horas de pasar frío…)


Bueno, lo de Juan fue sólo un susto, a la mañana siguiente ya estaba con unas ganas locas por correr y así lo hizo, mientras los demás íbamos en taxi a la entrega de premios.


El track de mi Garmin Dakota 20

El perfil

Pues nada, otro reto conseguido. Aunque me quedé con ganas de haber hecho la larga. Llegué bien y podría haber continuado, aunque cuando me inscribí llegaba un poco justo de entreno y mejor no arriesgar. Así tengo excusa para volver otro año.


1 comentario:

  1. Olé... bonita crónica... que recuerdos!!!! HABRÁ QUE REPETIRLA. Salva.

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